Han pasado algunos días desde que se hizo la venta directa de la participación de la nación en Isagén por 6.2 billones de pesos en donde muchos consideran que el ejecutivo actúo con arrogancia e irresponsabilidad porque entregó al fondo Brookfield de Canadá un activo que fue cedido como si fuese la casa del ministro de Hacienda o de cualquier representante del ejecutivo, omitiendo la propiedad de los colombianos sobre sus empresas y pasando por alto la exclusiva labor administradora del gobierno.
El experto en temas energéticos y en minería, Germán Suárez Bernal, le dijo a Diariolaeconomia.com que casualmente en Boyacá pasó lo mismo con los activos eléctricos del departamento que siendo rentables fueron entregados al capital foráneo por una suma mínima frente a la rentabilidad de la empresa.
“En Boyacá se utilizó la misma figura y ese fue prácticamente como el laboratorio para la venta de Isagén porque arrancó con un modelo regional que pasó luego al plano nacional. Allá se vendió con los mismos actores, es decir el Presidente Santos, el ministro, Mauricio Cárdenas y adicionalmente el mismo comprador porque casualmente fue el Fondo Brookfield la misma firma que adquirió el activo. Ese es un fondo especulativo que no construye ni hace nada sino que compra empresas a menor precio”, explicó el señor Suárez Bernal.
Manifestó su malestar porque consideró que el negocio fue adverso para Boyacá porque después de tener soberanía energética porque tenía las termoeléctricas y Chivor generando con la hidroeléctrica energía para vender a otras regiones, se quedó sin nada y sin las vías transversales que prometieron y con las que justificaron la cesión. Hoy la transversal del Cusiana y la vía Chiquinquirá-Otanche-Dos y Medio sigue siendo la trocha o el peladero de siempre.
Agregó que hoy Boyacá no tiene ni una cosa ni la otra porque se quedó sin empresa de energía eléctrica (Ebsa) y sin las prometidas vías. “Duele que la hidroeléctrica de Chivor también fue usurpada por ese fondo”.
Consideró que dentro de los agravantes está el hecho que la Empresa de Energía Eléctrica fue vendida con las redes eléctricas que fueron construidas con el sacrificio de las comunidades campesinas mediante los planes del gobierno condensados en el DRI, así como con bazares, fiestas y de todo para recolectar dinero y cubrir préstamos del Banco Agrario y de la Caja Popular Cooperativa en su momento. Lo increíble es que esas redes eléctricas fueron vendidas con la Empresa de Energía Eléctrica y hoy se les cobra a los boyacenses la mayor tarifa por kilovatio hora de Colombia, algo inaudito porque les cobran el transporte por sus propias redes. Fue tan descarada la operación que los transformadores y las redes construidas por los mineros para su actividad entraron de manera espuria en el negocio. “Hoy es totalmente prohibido comprar un transformador para la propiedad o para la explotación minera porque la soberanía tenía precio, barato, pero lo tenía”.
Sobre los desembolsos por la empresa que alcanzaron los 807.000 millones de pesos en 2012 no se sabe nada porque no se hicieron inversiones en la región y menos en el Valle de Tenza que debió ser el primer beneficiario con esa anunciada inversión porque a la fecha El Sisga, Guateque, San Luis de Gaceno y El Secreto sigue siendo el eterno camino de herradura y una vergüenza nacional que saca de competencia a una región productiva que no merece esa suerte por parte del gobierno nacional como pasa con el tramo Chiquinquirá-Otanche-Dos y Medio que es una trocha en donde no hay sino promesas y una licitación para construir 14.1 kilómetros cuando la transversal hasta Puerto Boyacá son 104 kilómetros, es decir que el ejecutivo dejará en veremos más de 85 kilómetros, como quien dice contentillo por votos.
“Eso no es justo para una región que ha sido Azotada por el abandono, por la miseria y la violencia, eso le ofrecen a una zona en donde ha pasado de todo menos nada bueno”, comentó Suárez Bernal.
El también Presidente de la Asociación de Mineros del Norte de Boyacá, ASOMINB y vicepresidente de la Confederación de Esmeralderos de Colombia, Confedesmeraldas, expuso que la región a la que se le ofrecen migajas, no cuenta con hospital, colegios, menos puestos de salud y cero opciones laborales entre otras cosas por una situación de violencia generada por el mismo ministerio de Minas y Energía a través de su autoridad minera que fue la superposición de dos títulos de esmeraldas, La Cuna y Pita.
Con mal ejemplo no puede haber posconflicto
La venta de activos corrientes de la nación que fueron inversiones hechas con sudor y mucho sacrificio al peor postor porque ahora hacen subastas de a uno y con el precio base, no es posible hablar de posconflicto porque de manera abusiva se entregan las empresas de la nación pasando por alto el mandato popular o la voluntad de todo un país.
“Esto es muy grave, es aún peor que cuando fue feriada Panamá, este negocio es más grave porque quedamos a expensas de un grupo exógeno, sin arraigo y sin pertenencia de país que seguirá aumentando esa brecha terrible entre ricos y pobres.
Han pasado todos los gobiernos privatizadores y la gran conclusión está a la vista, esa no se puede esconder porque hay una zona esmeraldera muy rica para unos pocos, pero miserable para todos porque no se cubren las necesidades básicas y menos se le da opción a una agricultura que no tiene por donde sacar la producción primaria porque le siguieron “mamando gallo”.
El país y la región no aprenden, dijo Suárez, porque hay entusiasmo por lo que ha de ser otra infamia y es la negativa para construir el ferrocarril del Carare porque el proyecto fue desmontado hace tres años y decir que se va a sacar adelante es una gran mentira. Conceptuó que esta nueva situación es el colmo porque no hubo inversión y la región sigue atrapada en tiempos de la mita y el resguardo muy golpeados por la exclusión social y en medio de la nada, así no es ni coherente ni honesto hablar de paz en Colombia, decir que si es viable y que hay soluciones no es más que pamplinas.
“Lo único que afianza la paz es la inversión social, la construcción de infraestructura, es decir ferrocarriles y carreteras así como todo lo necesario para llevar salud y adecuación, es tan solo invertir un poco en la calidad de vida de la gente, pero eso queda en el hipócrita discurso del irreal conspicuo y desafortunado politicastro”, apuntó el dirigente gremial.
Recalcó que Colombia tiene que trabajar en lo único que le ha dado recursos, desarrollo y proyección, es decir continuar con la agricultura y la minería, pero de manera integral fortaleciendo sinergias, pero no con propuestas como las del ex presidente, Álvaro Uribe o con las de Juan Manuel Santos o Germán Vargas Lleras que siguen apostándole a un proyecto privatizador y de enajenación de activos sin ningún saldo social a favor, tan solo el pago de favores o la simple concesión inaudita para quedar bien con el Fondo Monetario Internacional y las todas poderosas calificadoras de riesgo.
Suárez afirmó que con estas prácticas deshonestas, con esas ventas que semejan un regalo y que muestran falta de inteligencia no es posible hablar de paz porque entre otras cosas casi todas las acciones estatales están impregnadas de corrupción ya demasiado visibles. Toso eso, anotó, hizo que el país perdiera la fe porque con ausencia de oportunidades para las nuevas generaciones, nada es viable y menos ahora que el país sigue en venta.
Este reconocido ingeniero y abogado de la bonita Boavita en el norte de Boyacá, dijo que para colmo de males en Colombia hizo carrera la impunidad toda vez que esta puede estar por niveles del 95 o el 97 por ciento porque, entre otras cosas, se volvió inherente a los funcionarios públicos que atracan de frente y que no expresan la mínima voluntad de pulcritud, situación que llega al sector privado haciendo aún más grave el devenir y poniéndole telas negras al optimismo.
“Este es un país sinvergüenza en dónde muchos roban a manos repletas y llenos de orgullo muestran el fruto de su picardía como si se tratara de algo heroico y muy memorable, ahora los hampones tienes más peso y merecen mayor respeto que el demandado por el Opus Dei, que lamentable perder los escrúpulos y para rematar ahora le dio por llamar a los actos de corrupción como bonos de éxito, lo que hacía falta. Todo esto más ahora con la Refinería de Cartagena debe mover a un país que no puede seguir pasivo ante el agravio y el irrespeto”, adujo Suárez.
Sobre el tema de Reficar, dijo que no tiene sentido demostrar que fue más costosa la refinería de Cartagena que la ampliación del Canal de Panamá e inclusive más onerosa que el metro de Bogotá al cual supera en el 20 por ciento.
Peñalosa no convence
El presidente de ASOMINB, Germán Suárez Bernal pidió un alcalde adhoc para el metro de Bogotá porque asegura que Enrique Peñalosa está impedido para ese tema al haber actuado como representante de reconocidas marcas de automotores que contratan con Transmilenio.
Cuestionó el hecho de que la actual administración le quiera negar un metro moderno y ambicioso a Bogotá solo por defender los intereses de un grupo que domina el transporte público en la ciudad y que debería ser motivo de investigación por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio que tanto habla de combatir carteles empresariales que con su posición dominante generan detrimento económico.
“Colombia no merece que su capital aspire a un metro de una ciudad en total subdesarrollo porque Bogotá tiene derecho y tiene como hacerse a un metro moderno y mirando al futuro. No justificamos que el interés particular pase por alto el desarrollo de una urbe importante”, añadió el ingeniero.
Aclaró que en cuestión de metro los métodos de construcción no hacen parte de la discusión y precisó que lo que verdaderamente está en disputa son las decisiones políticas porque todos en Bogotá tenían la ilusión de que tendrían metro, pero dijo que con la llegada de Peñalosa el sueño se frustró porque él y sus amigos creen que la capital que lleva más de diez años en solo diseños, no tiene por qué equipararse a ciudades importantes en el hemisferio, asunto que sería muy afortunado.
“Todos en Bogotá están pidiendo el sistema metro porque es una gran necesidad y no un capricho, eso al parecer no lo comprende la nueva administración”, apuntó.
Una de la las explicaciones que entrega el ingeniero es que soluciones o modos como el ferrocarril han sido enterradas por el cartel de las llantas que no conforme con atomizar la opción férrea de enorme eficiencia, hoy está sepultando la ilusión de un metro para Bogotá con especificaciones modernas.
La tesis de que no hay plata para el metro dista mucho de la realidad toda vez que en el gobierno de Uribe fueron invertidos más de 200 billones de pesos en la lucha contra las FARC sin resultados favorables. En ese momento cambiamos desarrollo por guerra y corrupción.
Suárez dijo que es increíble como ciudades que anteriormente veíamos como los párvulos de pantalón corto, hoy son verdaderos ejemplo de progreso y pujanza pues nadie puede negar que Ecuador y Bolivia le llevan a Colombia años luz en desarrollo. Allí, explicó, se lograron cosas importantes con un modelo para nada socialista, pero eso sí muy nacionalista y responsable en donde hubo respeto por la gente y por la propiedad. “Aquí no hubo comunismo, simplemente respetaron a las personas y sacaron provecho de los recursos nacionales para los nacionales”.
En esos países, especificó, hubo máximo respeto por la inversión nacional y por el fortalecimiento de las empresas nacionales.
Fue claro al indicar que las concesiones para 4-G no tienen que tener dinero del estado porque justo por ello se llaman concesiones, decir otra cosa es un contrasentido. Para el metro de Bogotá sería lo mismo porque lo haría Japón o cualquier país experto sin costos para la ciudad y si por el contrario entregando esa sentida solución, pero insistió, todo es decisión política.
“En esta región y en Colombia particularmente le damos la bienvenida a la inversión extranjera, faltaba más, estamos en un mundo globalizado, pero sin que esta desplace el modelo productivo colombiano o pase por alto el interés nacional. La inversión extranjera es ideal para que construya lo que no tenemos, es bueno que llegue a dar soluciones como por ejemplo el metro de Bogotá que se puede hacer por concesión y sin que le cueste un solo centavo a los bogotanos o a los colombianos, ahí vamos a ver qué tan probo y tan listo es el Alcalde Mayor, con voluntad todo es posible”, afirmó.
Para Suárez Bernal no es consecuente que la nueva represa de Hidrosogamoso que fue posible por el aporte de los colombianos en julio pasado la cual demandó recursos por 4.5 billones de pesos hoy sea vendida conjuntamente con cinco represas más y una termoeléctrica, con cuencas y 25.000 hectáreas de bosque en la módica suma de 6.2 billones de pesos para hacer carreteras, argumento débil si se tiene en cuenta que las vías 4-G valen más de 55 billones de pesos lo cual dice el presidente de ASOMINB no se trata sino de un cañazo que no se cree sino el gobierno porque con esa plata no se aporta nada importante para obras que realmente valgan la pena.
Finalmente Suárez Bernal dijo que los gobiernos nacional y distrital perdieron la credibilidad porque quieren pasar por alto las verdaderas necesidades del país todo por el capricho y la intransigencia de la clase política que ve en sus gentes bobos o impedidos. Cuestionó el hecho que sin pudor alguno se siga haciendo política con el dinero público extraído por la impía corrupción.
“Nuestros vecinos, esos que mirábamos por encima del hombro hoy no son niños de pantalón corto y han logrado cosas importantes sin vender o empeñar la casa, esos párvulos hoy crecieron y la verdad nos ven como a unos perfectos interdictos”, concluyó Suarez Bernal.